Página 247 - Informe_Anual_2012

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5. CUESTIONES RELEVANTES
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En concreto, el PASMIA tiene como objetivo servir como elemento de apoyo a la
red sanitaria de atención a la salud mental, para garantizar la continuidad asistencial
y de cuidados y, de esta manera, mejorar la salud y bienestar de niños, niñas y
adolescentes. Sus bases fundamentales se pueden resumir en las siguientes:
a) El carácter específico de la atención a la saludmental infanto-juvenil, que viene
dado por su mismo objeto de atención: la comprensión de la persona menor como
un ser cuya personalidad tiene unas características muy específicas y que tiene en su
enfermar psíquico una expresión patológica propia que le diferencia esencialmente
de la persona adulta. Tal especificidad se deriva del carácter esencialmente evolutivo
y dependiente de estas etapas y viene avalada por las recomendaciones de los
organismos sanitarios nacionales e internacionales para la atención a la salud mental
de la infancia y la adolescencia.
b) El énfasis en el carácter preventivo y de promoción de la salud mental de
la infancia y adolescencia. La prevención en salud mental de la población general
ha de integrar una atención a la infancia/juventud de calidad y, no sólo en aspectos
asistenciales frente a la patología emergente, sino también en otros aspectos
específicamente preventivos y de educación sanitaria. Sabemos que las actividades
de prevención, intervención temprana y tratamiento están muy entrelazadas en la
práctica clínica con edades tempranas y jóvenes y que gran parte de la asistencia
es preventiva; sin embargo, son necesarias dos precisiones. Por un lado, que la
prevención en la infancia y adolescencia, desde el punto de vista sanitario, debería
desarrollarse a través de actuaciones muy definidas y en grupos de riesgo; y por
otro, que es necesario considerar que el objeto de la prevención no se limita al niño,
niña o adolescente, sino que incluye también el apoyo a sus contextos de vida. Así,
toda actuación preventiva en salud mental infanto-juvenil deberá priorizar aspectos
relacionales, familiares y educativos.
c) La necesidad de unificar criterios y homogeneizar las actuaciones en los
servicios de la red de salud mental que permita garantizar una asistencia de calidad
basada en la mejor evidencia científica y con criterios de equidad y no estigmatización
del niño o niña y de sus personas cuidadoras en nuestra práctica diaria.
d) La coordinación intersectorial, que permita dar respuesta a las necesidades
de/la menor y su entorno desde una perspectiva integral e integradora.
Para concluir, el PAISMA establece unas ambiciosas propuestas de futuro que se
resumen en las siguientes:
a) Unidades de Hospitalización: Aunque la recomendación de hospitalización de
menores por razones de salud mental es poco frecuente, determinadas situaciones
clínicas, especialmente cuando concurren circunstancias familiares difíciles, hacen