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La situación de los enfermos mentales en Andalucía. Abril 2013
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tumbos y manifestando que había cogido un taxi desde el Hospital y que no se
acordaba de nada, echándose a dormir. Por lo visto el paciente se había escapado
del hospital, estimado la familia que este hecho demostraba la desprotección y
desatención que sufrió, y preguntándose cómo se pudo escapar del Hospital sin
que nadie se diera cuenta de ello y sin recibir la atención que necesitaba.
17. 2. 5. 5. L
a
terapia
psicológica
La escasez con la que se prescribe el tratamiento psicológico y sobre
todo la parquedad con la que se dispensa, ha sido calificada en muchas ocasiones
como uno de los males del sistema. La terapia psicológica aparece en muchos
casos enfrentada a la farmacológica, pues se proclama la preeminencia, cuando
no la unicidad, de esta última frente a la primera.
Las reivindicaciones en este sentido se han expresado en algunas
quejas bien porque no se recibe un determinado tipo de tratamiento prescrito
(por ejemplo el cognitivo-conductual en la
queja 99/3479
), bien porque existe
discrepancia respecto a la opinión facultativa relativa a su innecesariedad
(queja
08/4986
).
Con carácter general expresa esta postura el interesado en la
queja
01/1930
:
“(...) estoy diagnosticado de depresión crónica y trastorno de la
personalidad y en situación de incapacidad permanente absoluta, estimando
que la atención a estos enfermos por parte de los poderes públicos deja mucho
que desear puesto que la asistencia sanitaria está exclusivamente basada
en el tratamiento farmacológico, sin que exista ningún tipo de tratamiento
psicoterapéutico complementario, y además la retirada de subvenciones a
Asociaciones de familiares de enfermos mentales redunda en la necesidad
de prescindir de monitores y profesionales psicólogos, en claro perjuicio de la
asistencia proporcionada por los mismos (...)”.
También en la
queja 01/2983
se ponen de manifiesto las carencias
que tradicionalmente se achacan a este tipo de tratamiento en el ámbito del
sistema sanitario público, que se concretan en la elevada demora para las citas
y la subsiguiente amplitud del período interconsultas:
“(...) soy un enfermo de
ansiedad desde hace cinco años y sigo tratamiento farmacológico desde hace
tres, pero el psicólogo de la sanidad pública me ha dicho, y yo también he leído,
que si no hay tratamiento de psicoterapia es muy difícil que esto se me quite, y
es verdad ya que como le digo, llevo cinco años pasándolo muy mal, pero el caso
es que no puedo permitirme un psicólogo de pago, porque queda fuera de mis