1.6.2.1 Integración de la Perspectiva de Género
Esta Defensoría, desde hace años directamente implicada en incorporar la perspectiva de género en sus actuaciones, continúa efectuando en esta concreta sección, el comentario y valoración de las estadísticas de las quejas y consultas anuales tramitadas por la misma, desagregada por sexo y por materias, pues ello nos suministra una valiosa información sobre cuáles son los motivos de queja de los hombres y mujeres de Andalucía, al mismo tiempo que supone un intento de aproximación a la realidad que les preocupa, las diferencias de roles y sus necesidades y condiciones.
En el presente ejercicio, como en años anteriores, el número de personas del sexo masculino que promueven quejas ante esta Defensoría, es superior al del sexo femenino. Así, de las 6.792 quejas promovidas, un 51,60% fueron presentadas por hombres y un 45,85% por mujeres, es por ello que en el ejercicio 2017 hay que resaltar que se ha aumentado esa diferencia, con respecto al año anterior (2016: 50,87% hombres y 47,29% mujeres), significando ello que ha aumentado el número de hombres, que se ha dirigido a esta Institución planteando sus quejas, necesidades y problemas, al mismo tiempo que ha disminuido el número de mujeres promotoras de queja, respecto del año anterior, no ocurriendo así, como dato curioso en lo que se refiere a las consultas de toda índole planteadas a la Institución, como más adelante tendremos ocasión de analizar.
No obstante, también como en años anteriores, hay determinadas materias en las que las mujeres aparecen en mayor número como promotoras, cuestión ésta que sigue estando directamente relacionada con los roles de género. Creemos que en el ejercicio 2017 se han seguido las tendencias que ya se pusieron de manifiesto con los cambios operados en 2016 y que son dignas de resaltar. Las materias con una significativa mayor presencia femenina en orden a su promoción han sido Personal del Sector Público, Educación, Vivienda, Dependencia, Servicios Sociales, Salud e Igualdad de Género.
En el presente ejercicio hemos vuelto a la situación de años anteriores, invirtiéndose la tendencia que se inició en 2014, en cuanto a las quejas relativas al Área de personal del sector público, pues si en 2014, fue la que se llevó la palma en cuanto al mayor número de hombres promotores de quejas, en 2016, tal como pasó en 2015 y ahora en 2017 han sido las mujeres las que han superado a los hombre como promotoras de quejas de este tipo, 404 frente a 361 hombres. Si bien la diferencia entre ambos sexos en este tipo de quejas, en el presente ejercicio se ha acortado respecto del anterior (2016: 504 mujeres frente a 333 hombres), esto se podría seguir explicando por la alta tasa de feminización que se produce en el personal del sector público desde hace ya años.
En cuanto al resto de estas materias, con ello se pone de manifiesto la pervivencia de los roles de género tradicionalmente asignados a las mujeres como son los ligados al cuidado de mayores y personas dependientes o la preocupación por todo lo relacionado con el derecho a la educación de sus hijos e hijas; en otro caso, aún no estando relacionadas las problemáticas con estos roles, sí lo están con la peor posición de partida, o si se quiere de desventaja, desde el punto de vista social o económico de las mujeres que se dirigen a nosotros cuando son ellas las titulares de las unidades familiares, normalmente con personas menores a su cargo. Nos referimos a las familias monoparentales, o mejor dicho monomarentales, que alcanzan un alto grado de protagonismo como promotoras de las quejas en materia de vivienda o de servicios sociales.
Otro de los datos curiosos a los que nos referíamos con anterioridad es que, siguiendo la línea emprendida en el ejercicio anterior, en materia como menores, seguridad social y políticas activas de empleo el número de quejas por sexo de los y las promotoras está prácticamente igualado, habiéndose producido, no obstante un incremento de mayor presencia femenina en las quejas relativas a salud (201 frente a 163) y, al revés, un leve mayor porcentaje de promotores masculinos en las materias relacionadas con trabajo.
Como viene aconteciendo en ejercicios anteriores, una parte significativa de estas quejas están relacionadas con litigios en el ámbito familiar. La reclamación más usual siguen refiriéndose a la disconformidad con las decisiones judiciales en torno al régimen de visitas o de pensiones de alimentos a los hijos e hijas en los procesos de separación o divorcio. En estos casos se alega que la decisión adoptada por el juzgado tiene su fundamento en la condición de hombre o mujer del demandante o demandado, y no en el interés superior de las personas menores. Hay que destacar el predominio de este tipo de quejas de los hombres frente a las mujeres.
En materia de salud, el rol de género no es ajeno a la salud. La desigualdad a la hora de la distribución del poder repercute negativamente en la salud de las mujeres. Su forma de acceder a los servicios sanitarios es distinta, normalmente más tardía, y las posibilidades de que desarrollen acciones destinadas a su bienestar social, físico y psicológico son menores. No obstante, es usual que se alegue desigualdad o discriminación por razón de sexo cuando se pone en cuestión el respeto del derecho a la salud.
Finalmente, como en años anteriores, las materias más identificadas con el rol de género masculino, el número de hombres que aparecen como promotores de queja sobre las mismas es mayor. Ejemplo de ello lo tenemos en las materias relacionadas con la administración tributaria y ordenación económica, medio ambiente, consumo, tráfico y transportes, urbanismo, TIC y medios de comunicación, cultura y deportes o administración de justicia.
Sin embargo, este año nos merece comentario las consultas que se formulan a nuestra Oficina de Información por todo tipo de personas, tengan queja en trámite con esta oficina, o simplemente acudan para exponer su problema y solicitar orientación e información sobre qué hacer para la mejor defensa de sus derechos.
Muy al contrario de lo que ocurre con las quejas, el número de mujeres que acuden a nosotros en consulta o solicitud de información es muy superior al de los hombres, aunque luego ello no se materialice en quejas efectivamente presentadas. Dejamos apuntados aquí estos datos que se revelan muy interesantes, a falta de un mayor estudio en profundidad sobre los mismos.
Así constatamos que el numero de consultas presentadas por mujeres se eleva a 5.123 y 4.271 por hombres, lo que supone casi mil consultas de diferencia. Sin embargo, son 3.037 las quejas presentadas por mujeres y 3.471 las presentadas por hombres. No obstante, si sumamos los totales de intervenciones efectuadas por la Defensoría a instancia de parte, ya sea mediante la tramitación de quejas o consultas, la palma se las llevan las mujeres, en cuanto a sexo mayoritario que se dirige a esta Institución 8.160, frente a 7.689 hombres, si bien estas cantidades se elevan en virtud de las consultas formuladas desglosadas por uno u otro sexo.
Continuando con un análisis más pormenorizado sobre esta cuestión, podemos decir que hay materias en las que las consultas de las mujeres casi duplican a las de los hombres, como son vivienda, dependencia, educación, etc., dándose la circunstancias que estas proporciones también se mantienen en cuanto a las quejas presentadas.
No ocurre lo mismo con materias como consumo o medio ambiente, en las que habiendo una mayor equiparación en cuanto al número de consultas formuladas por uno u otro sexo, a la hora de materializar la queja, son ellos los que más quejas presentan respecto de estas problemáticas.