Actuación de oficio del Defensor del Pueblo Andaluz formulada en el expediente 16/1777 dirigida a Ayuntamiento de Málaga
RESUMEN DEL RESULTADO (CIERRE DE QUEJA DE OFICIO)
El Defensor del Pueblo Andaluz conoce las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Málaga para la limpieza del cauce urbano del río Guadalmedina a su paso por la ciudad, así como para la vigilancia policial en orden a disuadir de comportamientos incívicos que redunden en acumulación de residuos en este espacio.
14-04-2016 APERTURA DE LA QUEJA DE OFICIO
El Defensor del Pueblo Andaluz ha iniciado una actuación de oficio al conocer, a través de los medios de comunicación, la situación en la que se encuentra un tramo del río Guadalmedina, de acumulación de basuras. Siempre según estas noticias, este tramo estaría situado "a las puertas del Centro...en la parte que va desde el puente de la Aurora hasta el de Tetuán", en el que "la vida animal la aportan los roedores que a diario se dan un festín con la acumulación de basura en lo que teóricamente debería ser una de las ventanas turísticas del casco histórico" dado que "está flanqueado a uno y otro lado por varios hoteles".
Se añade en esta noticia que "en el propio Ayuntamiento reconocen que la limpieza de este tramo del Guadalmedina se encuentra en una especie de limbo. Pero no entre administraciones, como ocurre en el resto del cauce del término municipal con la histórica disputa con la Junta de Andalucía, competente de retirar la vegetación mientras el Consistorio debe hacerse cargo de los residuos urbanos; sino en el seno de la propia institución municipal que es la que tiene que poner a punto los algo más de 400 metros de cauce hormigonado".
Al parecer, esta situación se debe a que, según se advierte, "la limpieza de este espacio no figura entre las tareas que debe asumir LIMASA ni tampoco en las de las empresas contratadas por Parques y Jardines para tener a punto las zonas verdes porque el río no es parque ni mucho menos jardín".
Esta situación, según se advierte en la noticia, está afectando a la imagen turística de la ciudad de Málaga, no solo por la dejadez municipal sino por el incivismo de algunos ciudadanos, que contribuyen con sus conductas no solo a convertir ese tramo del cauce en una especie de vertedero, tirando restos o no recogiendo los excrementos de sus mascotas, sino que también lo han convertido en un "urinario público". La noticia viene ilustrada con cuatro fotografías en las que puede verse acumulación de bolsas, botellas y envases, pintadas, agua estancada y el paseo de un viandante acompañado de sus perros.
20-06-2016 CIERRE DE LA QUEJA DE OFICIO
El Defensor del Pueblo Andaluz conoce las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Málaga para la limpieza del cauce urbano del río Guadalmedina a su paso por la ciudad, así como para la vigilancia policial en orden a disuadir de comportamientos incívicos que redunden en acumulación de residuos en este espacio.
Después de dirigirnos al Ayuntamiento de Málaga, hemos conocido que la Policía Local ha puesto en marcha planes específicos de vigilancia en diversas zonas y que, en concreto, ya se cuenta con un seguimiento periódico en la zona en cuestión tanto por la Policía de Barrio del Distrito Centro, como por el Grupo de Protección de la Naturaleza, a fin de evitar que los vertidos y depósitos de basura se sigan repitiendo y denunciar a los autores de las conductas incívicas, realizando la vigilancia a diferentes franjas horarias y utilizando para ello, incluso, unidades de paisano cuando el servicio lo permita.
Con ello, consideramos que uno de los problemas, la necesidad de vigilar la zona y disuadir a los usuarios de comportamientos incívicos que aumentan la suciedad y acumulación de basuras, estaba en vías de solución, pero seguíamos sin conocer otras cuestiones como quién asume la limpieza de este espacio en los residuos que se acumulan en el mismo.
En su nueva respuesta, el Ayuntamiento de Málaga, a través de un informe emitido por LIMASA, empresa municipal encargada de la limpieza, recogida y tratamiento de residuos de Málaga, nos informaba que habían procedido a la limpieza de la zona hormigonada del cauce, incluyendo los espacios destinados para ser utilizados como fuentes, escaleras, puentes, etc.; también habían procedido a la retirada de muebles y enseres. Nos daban cuenta de la programación de limpieza para el año 2016, en la que se incluía la limpieza del cauce, el baldeo de escaleras y la retirada de muebles, así como las bases previstas para definir estos trabajos de limpieza y la posible intervención de limpieza en caso de que se pusiera en marcha el proyecto de vía ciclista.
Con estas actuaciones entendimos que el problema estaba en vías de solución y procedimos al cierre de esta actuación de oficio, aunque comunicamos al Ayuntamiento que considerábamos necesaria una adecuada coordinación entre las distintas áreas municipales, junto con la policía local de la ciudad, para garantizar que tales medidas eran suficientes no solo para mantener una frecuencia de labores de limpieza del cauce, sino también para disuadir, en la medida de lo posible, de conductas ciudadanas contrarias a las normas de civismo, convivencia y limpieza de la ciudad.
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