Queja número 17/4859
El compareciente nos trasladaba su difícil situación familiar, provocada por tener a su cargo a su mujer, de 79 años de edad y con una Gran Dependencia reconocida, y a su hijo, con problemas psíquicos no diagnosticados, de 49 años.
Específicamente y por lo que a su esposa atañía, refería que a pesar de que en mayo del año 2015 solicitó el reconocimiento de la situación de dependencia de aquélla y de que ostentaba el Grado III de Gran Dependencia, la Administración autonómica no había aprobado la propuesta de plaza residencial concertada que tanto necesitaba.
Destaca que la sobrecarga que soportaba a su edad, unida al hecho de que vivían en un cuarto piso sin ascensor y a la tardanza en la conclusión del expediente de dependencia, le forzaron a tener que darle una atención digna a su mujer, ingresándola en una Residencia para personas mayores asistidas. Sin embargo, se preguntaba cómo va a poder costear la plaza privada y sobrevivir junto a su hijo, ya que una vez descontada la mensualidad de la Residencia del total de los ingresos familiares, quedaban trescientos euros para el sustento de dos personas. Una tesitura dura para unas personas mayores octogenarias.
Solicitado informe a la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Sevilla, antes de que nos respondiera, el interesado nos manifestó su satisfacción por el resultado de las gestiones efectuadas, que habían conducido a la estimación de su pretensión.
Al haber sido aceptada la pretensión del interesado, dimos por concluidas nuestras actuaciones.
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