Como cada 25 de noviembre, el Defensor del Pueblo andaluz se suma al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para seguir concienciando sobre la necesidad de prevenir y frenar todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, tanto si se produce en la vida pública como en la esfera privada.
La violencia contra las mujeres demanda una respuesta firme y continua, sin ningún tipo de matices, para condenar estas prácticas en cualesquiera de los ámbitos de la vida de las mujeres.
Compartimos que ante esta lacra social #NoHayExcusa, en coincidencia con el lema que Naciones Unidas ha elegido este año con el objetivo de hacer ver a la sociedad y a las mujeres en particular que es posible recuperar la confianza, y demostrar que las sobrevivientes de violencia pueden acudir a sus redes de apoyo para recibir ayuda, detener sus agresiones, y recuperar su libertad y su futuro. Según los datos que ha compartido este organismo, menos del 40% de las mujeres en el mundo que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda, y muy pocas recurren a instituciones formales, como la policía o los servicios de salud.
Una de las herramientas seguras con las que pueden contar estas mujeres es la Defensoría del Pueblo de Andalucía. El Defensor en funciones, Jesús Maeztu, alienta a las mujeres que sufren violencia sexual o física a denunciar estos abusos, al tiempo que reclama a los poderes públicos que implanten todas las medidas de prevención, detección y atención para que las mujeres puedan denunciar estas situaciones.
Especial atención merece la protección de los niños, niñas y adolescentes, por lo que como Defensoría de la Infancia y Adolescencia de Andalucía, Maeztu pide que estas medidas estén especialmente activas, ya que el 16% de las jóvenes de 15 a 24 años experimentó violencia física o sexual en el último año. Asimismo, los cambios tecnológicos han digitalizado todo tipo de violencia, y la juventud parece especialmente vulnerable al ciberacoso, que afecta a una de cada diez mujeres desde los 15 años.
Por todo ello, el Defensor del Pueblo Andaluz insiste en la necesidad de “contar estas historias, para conocer los motivos que esconden vuestros silencios y que pudieran llevar aparejados sentimientos de culpa de la víctima o vergüenza. En definitiva, que los malos tratos y abusos dejen de ser invisibles, porque las consecuencias pueden ser irreversibles si no se detectan a tiempo”.
En 2024 la violencia machista se ha cobrado la vida de 41 mujeres en España, diez de ellas en Andalucía, que dejaron a siete hijos e hijas menores de edad huérfanos.
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