Jesús Maeztu reclama ante los poderes públicos cuidar la Institución lejos de las controversias políticas
El Defensor del Pueblo andaluz ha cumplido hoy 1 de diciembre 40 años como “voz de los sin voz” y su titular, Jesús Maeztu, ha llamado a la ciudadanía a “no asumir como normal lo inaceptable” como respuesta ante la pérdida o retroceso en el disfrute de los derechos sociales.
En su intervención en el acto de conmemoración del 40 aniversario de la Institución, Jesús Maeztu ha advertido “que esos derechos sociales conquistados, hoy están como dormidos y desdibujados” y ha enfatizado ante los poderes públicos el papel de las defensorías del pueblo como herramienta para garantizar y proteger los derechos.
En el acto organizado por el Defensor andaluz han intervenido el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno; el presidente del Parlamento de Andalucía, Jesús Aguirre, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, a quienes Jesús Maeztu ha reclamado “cuidar” la Institución “lejos de las controversias y opciones políticas legítimas, para que en el siguiente mandato, ya cercano, esta Institución pueda seguir trabajando en mejorar la vida de las personas, con especial prioridad en la ciudadanía que se está quedando en la cola ante los nuevos retos”.
Han sido más de 430.000 actuaciones en cuatro décadas y 15.000 resoluciones enviadas a la Administración autonómica y local. Jesús Maeztu ha puesto el foco en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión social. “No cejaré en mi compromiso de reivindicar una Renta básica, un techo digno y un suministro de luz y agua garantizados como paquete básico de ciudadanía”, ha señalado.
Entre las prioridades, el Defensor del Pueblo andaluz ha subrayado la labor para garantizar los derechos de las personas con discapacidad; la atención a las personas mayores; la protección y promoción los derechos de los niños, niñas y jóvenes como Defensor de la Infancia y Adolescencia de Andalucía desde hace 25 años; la vigilancia de los derechos de las personas migrantes ante el odio o la discriminación, y la consecución de la igualdad de la mujer. Ha añadido la protección de un entorno sostenible; la defensa de una educación inclusiva y de calidad; el fortalecimiento de la sanidad pública; la respuesta ágil de una justicia sin demoras; la cultura de paz, la participación y la mediación, y la lucha contra la despoblación, con más de 50 visitas realizadas a comarcas rurales.
Jesús Maeztu se ha mostrado convencido de que para afrontar este tipo de retos es fundamental “tener clara la prevalencia del interés general, el equilibrio y la independencia de los intereses partidistas y la capacidad de construir consensos a través de la cercanía y el acompañamiento”.
“No podemos permitir que existan colectivos y problemas invisibilizados, para poder tomar medidas y que puedan salir de esa situación. Estamos poniendo cara a los que sufren. Por eso nuestra labor y sentido es arrojar luz sobre lo que alguna parte de la sociedad prefiere no ver”, ha concluido Jesús Maeztu.
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