El plan de Ámsterdam para relanzar su economía ante el coronavirus apuesta por romper con el actual modelo de consumo.
El modelo de la rosquilla, cocinado en la Universidad de Oxford por la economista Kate Raworth, servirá de guía para orientar las nuevas políticas necesarias para salir de la recesión asegurando que se reducirá un 50% el consumo de nuevos materiales en la próxima década.
En la presentación del plan de la ciudad, el 8 de abril, la vicealcaldesa de Ámsterdam Marieke van Doorninck adelantó algunas de las medidas que se pondrán en marcha, como fomentar productos que duren más tiempo y permitan las reparaciones, imponer medidas para que los restaurantes y hoteles donen la comida que desechen o crear los llamados "pasaportes de materiales" que contabilicen los materiales reutilizables en las demoliciones o promuevan el uso de materiales más sostenibles en la construcción de edificios.
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