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Pedimos más control de la contaminación acústica de algunos establecimientos de la zona Alameda, en Sevilla

Actuación de oficio del Defensor del Pueblo Andaluz formulada en el expediente 16/1509 dirigida a Ayuntamiento de Sevilla

RESUMEN DEL RESULTADO (CIERRE DE QUEJA DE OFICIO)

El Defensor dará cuenta en el Informe Anual al Parlamento de Andalucía de la falta de respuesta de la Alcaldía-Presidencia del Ayuntamiento de Sevilla a nuestra resolución.

04-05-2016 APERTURA DE LA QUEJA DE OFICIO

Esta Institución ha iniciado una actuación de oficio al conocer, a través de los medios de comunicación, que los vecinos de la zona de la Alameda critican la pasividad del Ayuntamiento respecto al modelo y horario en que distintos establecimientos de hostelería ejercen su actividad en este lugar.

Tras la transformación que se llevó a cabo en este espacio, al crear un “bulevar peatonal”, diversos empresarios instalaron aquí sus negocios de restauración, que, sin perjuicio de que ha creado una importante oferta para el turismo y el ocio en un lugar que antes estaba degradado en cuanto a su conservación, contaminación por el tráfico rodado, etc., al mismo tiempo está generando distintos problemas que han dado lugar a la protesta de una asociación de vecinos de la zona.

Así, esta asociación denuncia en los medios de comunicación la contaminación acústica de algunos establecimientos de hostelería, la suciedad y la concentración de jóvenes para consumir bebidas (el “botellón”). Hechos estos que no han tenido una respuesta por parte del Ayuntamiento que, al mismo tiempo que debe fomentar la actividad empresarial, debe tutelar los derechos de la ciudadanía de forma que puedan ser compatibles los distintos intereses en juego y, en suma, apostar por un desarrollo económico sostenible.

Según el medio de comunicación consultado “El ruido es la mayor preocupación para los residentes de la Alameda, que no comprenden cómo esta zona de la capital aún no ha sido declarada acústicamente saturada. «Con toda la actividad que existe, es surrealista que no se haya hecho ya. Desde la calle Calatrava hasta Trajano, la Alameda ha dejado de ser una zona muerta. El barrio se ha revitalizado y eso trae consigo una serie de problemas que antes no existían, y el ruido es uno de ellos». Para la asociación vecinal, en un mismo día se pueden observar la cara y la cruz de este barrio. «La Alameda de día es magnífica. Un lugar de ocio muy agradable tanto para los sevillanos como para los que nos visitan, con una actividad cultural muy rica. Y hay otra de noche, que es una jungla»”.

El presidente de la asociación de vecinos, siempre según este medio, “asegura que el botellón se ha desplazado desde el bulevar a otras plazas y calles de la Alameda -calle Mata, Becas esquina con Lumbreras, Mendigorría y plaza del Pelícano-, algo que, sumado a los locales «reincidentes en saltarse a la torera las ordenanzas de cierre y ruidos», lleva provocando desde hace más de seis años que los vecinos no puedan dormir, derivando esa falta de descanso en graves enfermedades. «El 90 por ciento de los establecimientos cumplen con las normas, pero hay cuatro o cinco clubes que acumulan miles de denuncias por parte de los vecinos, además de sanciones y expedientes administrativos municipales»”.

Según otro miembro de la asociación, que es una de las perjudicadas por la situación creada “«Las ventanas de mi casa dan para la calle Faustino Álvarez, donde está uno de esos locales (…) ya no es sólo el ruido que genera el propio local, sino el de la concentración de personas en la calle. He contado grupos de hasta cuarenta personas hablando en voz alta. Así es imposible conciliar el sueño. Llamamos a la Policía, pero nos transmiten que hay vacíos legales ante esas concentraciones y que sólo pueden actuar si están bebiendo alcohol en la calle»”.

Además, según esta persona “Se sienten indefensos, por ello exigen al alcalde (…) que aplique la propuesta que expuso el 22 de octubre de 2014 en el pleno del Ayuntamiento cuando todavía era candidato. En ésta, solicitaba de manera inmediata «las medidas necesarias para garantizar el derecho al descanso». Además, pedía que se procediera «a la revisión de licencias concedidas en los últimos años en zonas acústicamente saturadas», y que «se reforzara la plantilla de la Policía Local y de los inspectores medioambientales y, en su caso, modificar su calendario, para que en horario nocturno y en fines de semana, y de forma ordinaria, poder realizar las inspecciones y comprobaciones necesarias para el cumplimiento de la normativa ambiental y de convivencia»”. Además, manifiesta que “«no tiene sentido que lleven a cabo inspecciones a las tres de la tarde en bares que no abren hasta las once de la noche, como se hace ahora. Hemos planteado al Ayuntamiento que tienen que elaborar un mapa de ruidos en la Alameda para ver cuál es la situación actual»”.

No es la primera vez que de estos problemas se hacen eco los medios de comunicación. Durante los últimos años hemos visto titulares como estos en distintos medios: “Un bar de la Alameda acumula más de 200 denuncias por ruido desde 1996”, “La fiscalía investiga tres locales de la Alameda por exceso de ruidos”, “Sevilla se levanta contra el ruido”, “Vecinos de varios barrios se están organizando para conseguir que se respete el derecho al descanso” (entre los barrios que se mencionaban en la noticia de prensa se citaba la Alameda), “El ruido amenaza a la recién estrenada Alameda”, “La Alameda también defiende su derecho al descanso”, “Los vecinos de la Alameda de Hércules apoyan los precintos de bares”, “Sevilla Degradada llevará a la Unión Europea la contaminación acústica de la ciudad”, etc.

Hasta aquí una breve referencia a titulares de los medios de comunicación en los que, de forma directa, se alude en su texto al problema de la contaminación acústica existente en este espacio público de la ciudad de manera reiterada desde, al menos, el año 2008 hasta ahora.

De lo expuesto por los vecinos en la noticia al principio comentada se desprende con claridad que no sólo no están en contra de que los establecimientos de hostelería puedan realizar su actividad, sino que, incluso, matiza que los responsables de los incumplimientos de horarios y otras normas son tres o cuatro.

Esta Institución ha verificado, con motivo de las quejas tramitadas a instancias de parte o de oficio, que en demasiadas ocasiones son muy pocos los locales de hostelería que, a lo largo y ancho de Andalucía, violan sistemáticamente las normas, por lo que la protesta vecinal que se genera se suele concentrar en estos y no en el sector de la hostelería, como de manera errónea con frecuencia se da a entender en distintos medios.

No se trata de cuestionar el derecho al ocio de la ciudadanía, que evidentemente se debe fomentar y respetar, sino si debemos evitar que el ejercicio ilícito de actividades relacionadas con este derecho sean toleradas cuando suponen una vulneración de derechos constitucionales. Llegados a este punto, básicamente el problema es siempre el mismo: algunos empresarios ejercen, de manera abusiva e ilegal, la actividad inherente a sus negocios ocupando en exceso, o sin licencia, el espacio público, contando con instalaciones de música pregrabada o en vivo sin estar autorizadas para ello y, lo que es más grave, permitiendo que se emita la música a un nivel intolerable, que puede dar lugar, como ha reconocido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el Tribunal Constitucional y nuestro Tribunal Supremo, no sólo a una vulneración del derecho constitucional a un medio ambiente adecuado, sino también de los derechos, en función de la afección que genere la contaminación acústica, a la integridad física, a la protección de la salud, a la intimidad personal y familiar en los hogares y, por supuesto, al derecho al descanso.

Empresarios, además, que de manera tan reiterada como impune incumplen los horarios de cierre burlándose de las ordenanzas, cuando no de la propia policía que, tras la visita de rigor, de oficio o a instancia de parte, se limita a rellenar un boletín de denuncia (alguna zona de la ciudad, según nos ha informado la propia policía, cuenta con cientos de denuncias sin consecuencia visible alguna), lo que, en la mayoría de los casos, no da lugar a la incoación de expedientes en la Delegación Municipal de Medio Ambiente y, cuando estos se incoan, con frecuencia no terminan en resolución y cuando ésta se dicta, en no pocas ocasiones, como hemos tenido ocasión de comprobar, no se ejecutan. Éste es el panorama en la ciudad de Sevilla, denunciado una y otra vez por las personas y asociaciones afectadas por la contaminación acústica provocada por estos establecimientos y las concentraciones de personas en su entorno y verificada por esta Institución.

Es muy lamentable que unos pocos y excepcionales empresarios desprestigien a todo un sector incumpliendo las normas y que presta un servicio imprescindible para el ocio de la ciudadanía y el turismo, del que depende, como sabemos, gran parte de la actividad económica que se desarrolla en esta ciudad.

Esta Institución siempre apoyará un sector empresarial responsable y comprometido con un desarrollo económico que sólo es sostenible si respeta y es compatible con los derechos reconocidos a la ciudadanía, considerando imprescindible para el bienestar de la ciudad la implantación y ejercicio de actividades relacionadas con el ocio, pero nos parece intolerable que los Ayuntamientos muestren tanta pasividad y tolerancia con la falta de profesionalidad y respeto a la ciudadanía de esta minoría empresarial, por lo que demandamos, como corresponde a un Estado de Derecho, la respuesta que merece su comportamiento.

El problema del ruido en nuestro país ha llegado a tener tal entidad que unido a la sensibilidad y conciencia que se ha creado sobre las afecciones que genera la contaminación acústica, ha llevado al legislador a contemplar, en el reciente Texto Refundido, aprobado por Real Decreto Legislativo 7/2015, de 30 de Octubre, de la Ley del Suelo y Rehabilitación Urbana, el derecho a un “domicilio libre de ruido”, como parte del Estatuto Básico del Ciudadano.

En efecto, el art. 5, que lleva por rúbrica “Derechos del Ciudadano”, establece, entre otros, que todos los ciudadanos tienen derecho a «a) Disfrutar de una vivienda digna, adecuada y accesible, concebida con arreglo al principio de diseño para todas las personas, que constituya su domicilio libre de ruido u otras inmisiones contaminantes de cualquier tipo que superen los límites máximos admitidos por la legislación aplicable y en un medio ambiente y un paisaje adecuados».

A la vista de todo ello y considerando que los derechos mencionados en este escrito pueden estar siendo vulnerados de manera reiterada por los titulares de establecimientos de hostelería que, sin estar autorizados para ello y violando las normas que regulan el funcionamiento de la actividad a la están autorizados, generan afecciones que no están obligados a soportar los vecinos que residen en la zona de la Alameda y su entorno, hemos decidido iniciar esta actuación de oficio, en la que, en coherencia con lo manifestado anteriormente y en relación con la situación que se vive en la Alameda y su entorno, nos hemos dirigido al Ayuntamiento de Sevilla interesando que se adopten las siguientes medidas, informándonos de sus resultados:

1. Que, con carácter urgente, se estudien y adopten medidas para impedir, por todos los medios legales que procedan, que, al menos los establecimientos que de manera reiterada se tiene conocimiento de que están vulnerando la normativa de aplicación en el funcionamiento de su actividad, generando una ilegal contaminación acústica, continúen ejerciéndola de manera impune.

2. Se establezca un dispositivo de seguimiento de las medidas adoptadas para supervisar el funcionamiento de estos locales en los horarios en los que la contaminación acústica tiene efectos más perjudiciales para la ciudadanía, es decir, no sólo en horario diurno, sino también por las noches.

3. Se convoque a las asociaciones de vecinos de la zona para informarles de las medidas y objetivos que se establezcan para luchar con este problema, facilitando su participación a fin de que sean tenidas en cuenta sus reivindicaciones.

23-10-2019 CIERRE DE LA QUEJA DE OFICIO

El Defensor del Pueblo Andaluz inició esta actuación de oficio en la que formuló resolución a la Alcaldía-Presidencia del Ayuntamiento de Sevilla en la que, en síntesis, le recomendaba que se estudiara y se valorara si la zona de la Alameda de Hércules y su entorno reúnen, o no, los requisitos para ser declarados como acústicamente saturados conforme a la normativa vigente, y le sugería que convocara a las asociaciones de vecinos de la zona a un diálogo para conocer de primera mano la problemática que afecta a este espacio de la ciudad, así como para informarles de las medidas y objetivos que, en su caso, podrían fijarse ante dicha problemática, facilitando su participación a fin de que fueran tenidas en cuenta sus reivindicaciones.

Sin embargo y a pesar de las actuaciones posteriores, no hemos recibido respuesta a esta resolución de la citada Alcaldía-Presidencia por lo que, de acuerdo con lo previsto en nuestra ley reguladora, hemos procedido a archivar la actuación de oficio, dando cuenta al Parlamento de Andalucía, en el Informe Anual, de esta falta de respuesta a nuestra resolución.

Si quiere presentar una queja o una consulta pinche en el siguiente enlace

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