Queja número 18/5574
El interesado nos trasladaba que tanto él como su esposa habían trasladado en varias ocasiones a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía que la vivienda en la que residían había sido afectada por una obra realizada -según manifestaba sin los permisos necesarios- en la vivienda vecina, propiedad de AVRA. Dicha obra había producido, según constató el perito de su seguro, humedades en la escalera de su vivienda. También se quejaba de que la azotea, que era compartida por ambas viviendas, se encontraba en un estado, a su juicio, “lamentable”, por lo que solicitaba un arreglo compartido de la misma. A dichas reclamaciones no habían recibido respuesta.
Solicitado informe a la citada Agencia, del mismo dimos traslado al interesado para que formulara las alegaciones que estimase convenientes, y con éstas volvimos a dirigirnos a AVRA solicitando conocer la fecha prevista para llevar a cabo la reparación de los paramentos de forma subsidiaria, habida cuenta que el interesado afirmaba que lleva esperando la misma desde hacía varios años.
Del nuevo informe recibido volvimos a pedir al interesado sus alegaciones, quien indicó que su situación seguía igual que desde hacía dos años, las obras no se iniciaban (aunque el tiempo estaba bien seco y caluroso) aunque en ningún momento se negaba a ello telefónicamente. Situación que estaba llegando a ser desesperante, ya que era su vivienda la que estaba sufriendo el deterioro de esta demora. En consecuencia, volvimos a interesar de AVRA que nos informaran en qué fecha concreta estaba prevista la pertinente reparación.
En su último informe AVRA indicaba que se realizó visita a la vivienda comprobándose el estado dé humedad de los paramentos, que al encontrarse ya suficientemente secos, permitían proceder a la reparación prevista. Por ello, se inició la tramitación del expediente para poder contratar las obras, de acuerdo a la legislación vigente. En marzo se inició la reparación para restablecer el paramento de la escalera que había quedado dañado por la fuga continuada de agua de instalaciones del vecino medianero.
No obstante, en el seguimiento de la reparación se observó que el revestimiento de terrazo de los peldaños, incluso estando seco, había quedado dañado, mostrándose oscurecido el color de los mismos por la acción de la humedad. Para reparar esa incidencia, antes de tomar la decisión de pintar los paramentos se hicieron pruebas de pulido, constatando que no se corregía el color oscuro que había adquirido la masa del terrazo. En consecuencia, se planteó la necesidad de sustituir el revestimiento de terrazo de los peldaños, para lo cual se solicitó presupuesto, habiendo propuesto la propiedad cambiar el material por otro, de gres, que aportarían los titulares de la vivienda, con el fin de unificarlo con el resto de solería de la casa.
El coste de los trabajos de reparación que se venían realizando sería repercutido a la inquilina que con la actuación ilegal y no autorizada realizada en su vivienda había originado las humedades en el inmueble colindante.
En vista de la información anterior, consideramos que el asunto planteado se encontraba en vías de solución, por lo que dimos por concluidas nuestras actuaciones.
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