Queja número 15/4752
Tras la intervención del Defensor del Pueblo Andaluz, el Ayuntamiento de Estepona pone en marcha diversas medidas para solventar los problemas de tráfico, carga y descarga, ruido, residuos y olores, denunciados por una comunidad de propietarios debido a su cercanía a un centro comercial.
El interesado, en su condición de presidente de la comunidad de propietarios de un edificio de Estepona (Málaga), indicaba que el edificio se encuentra justo detrás de un hipermercado por lo que, desde hacía ya diez años, “estamos sufriendo, especialmente en verano, las irregularidades e incomodidades producidas por la cercanía a nuestras casas de dicho supermercado”: las relativas a la contaminación acústica producida por la entrada y salida de camiones a primeras horas de la mañana, el vertido de aguas con restos de pescado de estos camiones al asfalto, generando con ello malos olores, inseguridad por falta de iluminación, en algunos casos provocada por la rotura de farolas por los propios camiones de carga y descarga, atascos en las arquetas del supermercado que nadie arregla y que provocan muy malos olores en toda la zona, suciedad en los contenedores del entorno del supermercado, etc.
Tras admitir a trámite la queja y dirigirnos al Ayuntamiento de Estepona, éste nos comunicó que la Delegación de Urbanismo indicó, en el momento de aprobar la licencia, la conveniencia de retranquear la entrada al patio de carga y descarga por motivos de maniobrabilidad; recomendar que se trasladaran los contenedores desde la situación actual hasta la zona de aparcamiento, al objeto de dejar el viario libre; la Delegación Municipal de Sanidad giró visita, comunicándole al responsable del centro comercial la prohibición del vertido de residuos de los camiones a las arquetas de pluviales; la Policía Local trasladó al responsable del centro comercial las denuncias, manifestando éste su voluntad de solucionar estos hechos; la empresa municipal de aguas ya había solucionado el problema de vertido de aguas residuales a la red de aguas de pluviales. Por último, el Ayuntamiento había dado orden a diversas delegaciones y departamentos municipales para que comprobaran la la efectividad de las medidas ordenadas y que constataran la problemática de olores, contaminación acústica, etc.
Dimos traslado de esta información al interesado para que presentara las alegaciones y consideraciones que creyera oportunas, informándonos éste que el Ayuntamiento, gracias a nuestra intervención, se había reunido con la comunidad de propietarios y de esas conversaciones conocieron que el centro comercial, en su proyecto de remodelación, que ya tenía aprobado, iba a arreglar y reacondicionar la calzada y las aceras, “comprometiéndose a hacer una acera en la zona colindante a su parcela, a pesar de que en el proyecto no era obligatoria”. Además, también el Ayuntamiento se había comprometido a poner las medidas oportunas para evitar que los camiones aparcaran en las calles colindantes de la urbanización y la zona de basura se había alejado del edificio.
Por tanto, entendimos que no eran precisas nuevas actuaciones y procedimos al archivo del expediente de queja dado que la problemática había quedado en parte resuelta y, en lo restante, se encontraba en vías de solución.
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