El Defensor del Pueblo andaluz, Jesús Maeztu, y un centenar de colectivos sociales de todas las provincias andaluzas se han comprometido hoy de manera conjunta a conseguir una mejor defensa y despliegue de los derechos humanos y libertades, y contribuir a que se cumpla el compromiso de “no dejar a nadie atrás”, así como a hacer frente a las amenazas y riesgos que, por diversos motivos, se ciernen contra estos derechos.
Estos compromisos se incluyen en un manifiesto firmado por el Defensor del Pueblo andaluz y las entidades sociales y que se ha presentado en público en un acto celebrado en Granada con el que la Institución concluye las acciones para conmemorar su 40 aniversario.
En el auditorio de Fundación Cajagranada y ante representantes de los colectivos sociales, el Defensor ha reconocido el trabajo del tercer sector en su labor diaria frente a las situaciones de injusticia y de vulneración de derechos, con soluciones nacidas desde el compromiso y la participación social, y se ha ofrecido “como un colaborador leal y a la vez crítico con la Administración, que señala con el dedo casos que merecen ser revisados, sugiere o recomienda modificaciones en el funcionamiento administrativo, e incluso impulsa el cambio de la legalidad cuando resulte preciso y necesario”.
Jesús Maeztu se ha dirigido a las personas “que trabajamos a diario los problemas y preocupaciones de la gente, los que jugamos la misma liga”. “Vosotros sois nuestro radar para conocer qué problemas tiene la ciudadanía. Y nos proyectamos a través de vosotros. Donde vosotros no llegáis, podemos llegar nosotros, porque compartimos el mismo espíritu y las mismas inquietudes”, ha señalado.
Entre otros compromisos para la defensa colectiva de los derechos de la ciudadanía, el Defensor ha subrayado la apuesta por el diálogo como instrumento de transformación social; la colaboración para posibilitar que se escuchen todas las voces y propuestas de la ciudadanía; el fomento de las alianzas que contribuyan a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030; el fomento de una educación orientada al cumplimiento de los derechos humanos, y la exigencia a los poderes públicos para que pongan a las personas en el centro de las políticas públicas, especialmente a aquellas que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.
Asimismo, el Defensor ha querido resaltar seis causas que, en este momento, necesitan una mayor atención y un mayor empuje, al tiempo que ha distinguido a personalidades “ejemplares” que representan la lucha y protección de estas motivaciones.
De esta manera, el Defensor ha reconocido en la protección de la infancia y adolescencia la labor de María Asunción García Bonillo, presidenta de la Asociación para la Intervención y Protección de Colectivos Dependientes Inter-Prode, y de Ignacio Gómez de Terreros, con un destacado trabajo en la Fundación Gota de Leche y el Foro Profesional por la Infancia. Por su compromiso en la defensa de la salud y el bienestar a José Ramón Molina Morón, presidente de Agrafem, la Asociación Granadina de familiares y personas con enfermedad mental, y en el trabajo a favor de los colectivos vulnerables a la gaditana María Luisa Campos, reconocida por su papel en distintos movimientos sociales, y al jiennense Julio Millán, presidente de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz Andalucía.
El Defensor ha dedicado especial atención a la sostenibilidad ambiental y el cuidado de la tierra y ha distinguido a Francisco Casero y Ezequiel Martínez por la preocupación permanente por la ecología y la sostenibilidad de nuestro planeta y sus recursos.
En una última modalidad, Cultura de Paz y Justicia, el Defensor del Pueblo andaluz ha reconocido por su trabajo en la no discriminación e igualdad de trato y contra el discurso de odio a Adela Jiménez, presidenta de Málaga Acoge, y a Natividad Bullejos, por su papel activo en el feminismo desde los años 70 al frente de la primera organización de mujeres de Granada, en Maracena. Por último, el Defensor del Pueblo andaluz ha reseñado su compromiso por la memoria democrática y ha premiado en la defensa de los derechos humanos a Antonio Deza Romero, de la asociación Dejadnos llorar; Carmen Sánchez Sánchez, de la Plataforma para la comisión de la Verdad y Cecilio Gordillo, coordinador del Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Histórica de CGT-Andalucía y coordinador de la web Todos los Nombres. Los reconocidos han recibido una estatuilla conmemorativa creada por el centro ocupacional Javier Peña de Almería.
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