Derechos de la ciudadanía durante la COVID-19. Primera ola de la pandemia | Octubre 2020
Contenido del Informe Extraordinario y metodología
En primer lugar cabe destacar que este Informe se ha elaborado bajo la dirección de su titular por el propio equipo técnico del Defensor del Pueblo Andaluz, sin que se haya encargado a ningún colaborador externo tareas de muestreo, análisis o redacción. Esto conlleva un exhaustivo conocimiento del material sobre el que se informa, si bien ha requerido un período de redacción algo más prolongado, pues el personal que redacta el informe debe continuar con su tarea cotidiana de gestión y tramitación de quejas y consultas.
El primer subepígrafe de esta Introducción contiene unas consideraciones generales que recogen los objetivos del mismo, contextualiza la redacción del Informe y explica de forma sucinta la manera en la que la Defensoría del Pueblo de Andalucía ha afrontado sus funciones estatutarias durante esta crisis.
Este segundo subepígrafe de este capítulo contiene una exposición del contenido del Informe y de la metodología empleada para su elaboración, a fin de facilitar la valoración del mismo por parte de sus destinatarios y, particularmente, para que se pueda entender la dimensión del análisis de los problemas recogidos en el capítulo 2 y de las propuestas contenidas en el capítulo 3.
El capítulo 1 contiene un estudio estadístico detallado de las quejas y consultas recibidas durante el período objeto de estudio. Se utilizan diversas variables y se compara con el mismo período del ejercicio 2019.
El estudio estadístico que se presenta se ha realizado con perspectiva de género, identificando claramente entre géneros el reparto de quejas y consultas que ha existido. Igualmente la perspectiva de género está presente en todo el informe, describiendo los diferentes impactos que la crisis de la COVID-19 está teniendo en hombres y mujeres.
El capítulo 2 se dedica a la descripción de las afecciones a los derechos y libertades de la ciudadanía que se han producido como consecuencia de la COVID-19 en el ámbito de actuación de las administraciones públicas andaluzas. Esta descripción se hace por materias, siguiendo una estructura similar a la que emplea la Defensoría en sus informes anuales ante el Parlamento de Andalucía.
Es importante resaltar que este Informe Extraordinario da cuenta de la realidad de las consultas y quejas tanto a instancia de parte como de oficio que se han tramitado durante el período acotado. Es decir, el Informe se centra en describir los problemas que han sido puestos en nuestro conocimiento, pero no contiene una valoración exhaustiva del funcionamiento de una determinada área de una administración pública. Pongamos un ejemplo, para que se entienda con claridad meridiana. Si en este informe se alude a numerosas consultas de personas que esperan que se resuelva el retraso en su solicitud de ayuda al alquiler, o quejas en el mismo sentido, estamos diciendo que en ese determinado número de casos se nos ha trasladado la existencia de ese problema. No tenemos medida la dimensión completa del problema, pues para ello haría falta un Informe Extraordinario en el que analizásemos como se han otorgado dichas ayudas, cuántas solicitudes han quedado sin resolver en plazo, a qué provincias corresponden, cuántas son de hombres y cuántas de mujeres, etc.
Esta misma apreciación se puede utilizar con respecto a cualquiera de las materias que contiene el Informe. Describimos las quejas que se nos han planteado sobre la Renta Mínima de Inserción Social (o RMISA), pero no disponemos de un informe exhaustivo sobre el funcionamiento de la RMISA. Narramos las quejas sobre el Ingreso Mínimo Vital (o IMV) pero no hemos podido hacer un informe extraordinario sobre dicha nueva herramienta. Y así sucesivamente.
No obstante, que cada epígrafe del capítulo 2 describa las quejas recibidas o tramitadas de oficio no resta valor a la información contenida en el mismo, pues detrás de cada una de estas quejas se encuentra el rostro de una persona afectada, su sufrimiento ante el coronavirus o sus consecuencias y su desesperación. Además, la reiteración de quejas sobre determinadas cuestiones, como se describe en los diferentes epígrafes del capítulo 2, es una muestra indiciaria más que suficiente para poner el foco en áreas o servicios de las administraciones públicas que no han estado dando una respuesta adecuada a las necesidades de la ciudadanía. No puede ser fruto de la casualidad, y así nos lo viene demostrando la experiencia, que un número elevado de personas remita quejas sobre el retraso en la aprobación de la RMISA, o de los Programas Individuales de Atención a las personas dependientes o de las ayudas al alquiler o referentes a problemas en la expedición de los carnés de familia numerosa, por poner solo algunos ejemplos.
Señalar adicionalmente que para desarrollar este capítulo comenzamos por cada materia describiendo el problema planteado y/o los derechos afectados como consecuencia de la pandemia, para continuar con las actuaciones que ha llevado a cabo el Defensor del Pueblo andaluz para investigar y resolver la queja o dar respuesta a la consulta, finalizando con la respuesta ofrecida por la administración pública interpelada (o falta de respuesta en su caso).
Finalmente, el capítulo 3 parte de la descripción de los problemas contenidos en el capítulo anterior para hacer un conjunto de reflexiones de carácter propositivo en las que exponemos cuáles son los retos y oportunidades que desde el punto de vista de la Defensoría han de enfrentar las administraciones públicas andaluzas durante el proceso de reactivación y recuperación.
Este capítulo es fruto del análisis de las quejas descritas en el capítulo 2, pero también hemos utilizado para su redacción la experiencia acumulada por la Defensoría a lo largo de los años. Planteamos retos, oportunidades y medidas, algunas de las cuales fueron ya avanzadas en la comparecencia ante la Comisión de Estudio sobre la Recuperación Económica y Social de Andalucía a causa de la Pandemia de la COVID-19 que tuvo lugar el pasado mes de julio. Otras son nuevas reflexiones, que trasladamos al Parlamento de Andalucía con el ánimo de ofrecer el bagaje de la Defensoría por si pudiera ser útil a la Cámara y a cualquier persona que examine este Informe en la difícil senda de la recuperación que tiene que afrontar nuestra Comunidad en los próximos meses y años.